¨No hay manera de rechazarte,
Cuando sé que hay una oportunidad de demostrarte…
…Lo siento, pero no soy tímido a tu alrededor’
-The Magician –
Habían pasado unas semanas de histerichateo con Cian. Me invitó a tomar un café para seguir conociéndonos. Nos whassapeamos todos los días desde la primera vez que nos vimos. Ya conocíamos bastante el uno del otro. En la segunda cita, ya podía sentir algo de tensión sexual. Me doy cuenta de eso cuando puedo imaginarme como sería tener sexo entre nosotros, dónde le gustaría que lo besen, dónde me besaría, como se desenvolvería en la cama y que cosas lo encenderían más. En fin, todo iba bien ¿pero quien iba a dar el próximo paso?.
Uno
de mis mayores problemas cuando comienzo a conocer a alguien es que a veces,
por no decir casi siempre, soy demasiado amistoso y a veces me paso de la raya
y perjudico las historias que, podrían llegar a ser, algo más que amistosas.
Otra cosa que hago a veces, es auto-friendzonearme antes que me rechacen, supongo
que para que no me lastimen. El primer
paso es reconocerlo ¿cierto?. Pero eso
no me estaba sucediendo con Cian, por suerte. Me provocaba ganas de besarlo y
quería que las cosas se dieran. Estaba dispuesto a que sucedieran. Por alguna
extraña razón, cada vez que estaba con él, me relajaba a un punto en que la
timidez desaparecía. Entonces, ¿por qué no dar el próximo paso?
El
problema es que cuando estás tan seguro de tus sentimientos, estos pueden
nublarte la visión, e impedir ver los sentimientos del otro, ahí es cuando se
complica.
Para
los millennials, la mayoría de las veces, es fácil confundir la química que
tenemos por whatsapp con la química real. Por lo general, son dos cosas
totalmente diferentes, en las redes sociales a veces somos otras personas,
incluso físicamente (gracias a los filtros de instagram). Nos expresamos
diferente, somos más valientes y desinhibidos. En lo personal yo prefiero
escribirle a alguien a mandar un audio (ni hablar de llamarlo), siempre me sentí
más cómodo escribiendo mis sentimientos y por eso estoy acá, escribiendo esta
columna. Me resulta más fácil expresarme así que con el habla, es mi zona de
confort. Sentía que Cian era parecido,
en sus mensajes era hasta más atrevido y cuando nos vimos la segunda vez, si
bien había tensión sexual, estaba mucho menos relajado que por mensajes de
texto.
Otro
de los problemas de los millennials son las apps para citas. No es que no las
use, ni que me parezcan una mala idea, pero si cambió un poco esto de conocerse
cara a cara. Siento que hay una generación que salió tarde del closet y comenzó
con estas app como Grindr, Tinder, Happn, Scruff, etc, sin experimentar lo de
ir a tomar algo con alguien desconocido, el misterio y la adrenalina de no
saber como es, como se relaciona en vivo y hasta no saber como es sin remera. De
nuevo, me parece genial para cuando estás buscando tener sexo y nada más, hasta
me parece más seguro que ir a ciegas como haciamos antes (Si, seguramente soy
mayor que ustedes). Pero en cuanto a conectarse con el otro, mirarse, conversar
y demás, siento que hay muchos que no lo han experimentado. Hasta nos suena
raro decir ‘tener una cita’, tenemos que decir ‘ir a tomar algo’, ‘picamos
algo’, ‘vení y cocino algo’. Tengo amigos que nunca se acercaron a hablarle al
chico que le gusta en una disco porque ‘Total, después lo puedo encontrar en
facebook’, hoy solo necesitamos unos datos y llegamos a su perfil. Una vez, un
amigo se enamoró de un cajero de un local de comida rápida, pero le daba vergüenza
acercarse a el y hablarle, sólo nos hizo falta fijarnos en su nombre en su
camisa, en facebook pusimos su nombre más el nombre del local y apareció y por
ahí si se animó a hablarle.
¿Entonces
la tecnología nos está volviendo tímidos de nuevo?
Lo que me sucedía con Cian
en la cita era que sentía la tensión sexual, pero ninguno podía ponerla en
palabras o acciones. Algo que se repitía en las últimas citas que tuve, siento
que hay una generación que no tuvo esas citas de conversaciones eternas cara a
cara y los silencios incómodos que ahora se transformaron en momentos para ver
el celular porque siempre hay una notificación que no puede esperar. La cita se
estaba volviendo monótona y aburrida, pero ambos teníamos ganas de seguir
conversando. Así que tuve una idea: pedir otros cafés para llevar e ir a
tomarlo al Parque Sarmiento, ya que estábamos muy cerca. Eran de esas tardes
muy frías, demasiado frías para ser primavera casi verano. Aún así fue una
buena idea, descontraturó la cita y caminamos un rato hasta encontrar un lugar
para sentarnos y seguir conversando. El se soltó un poco más y yo también, nos
habíamos olvidado de los celulares por suerte.
La
cita había sido un éxito, pero yo necesitaba un poco más, quería dejarle las
cosas claras, al menos que sepa mis intenciones. Además lo de estar viendo sus
labios al hablar ya se estaba volviendo obvio. Tenía que apagar ese fuego. Y le
fui sincero, le dije que por más que me parecía que podríamos llegar a ser
amigos, quería algo más con el. No quería que quede simplemente en eso, me
interesaba para algo más. El me entendió. A el le pasaba lo mismo, quería que
se diera algo entre nosotros. PERO, me dijo, no estaba en ese momento listo
para empezar una relación relación. Lo dijo así: una relación-RELACIÓN. Sentía
que era muy pronto para el para comenzar algo serio, acabada de salir de algo
serio. Yo lo entendí, era lo que me había venido pasando en mis últimos
intentos, solo que ahora yo estaba del otro lado. Entendí muchas cosas cuando
pude verlo desde esa perspectiva. Pero ahora ¿Cómo hacía para apagar mis ganas
de besarlo?.
Ya
estábamos en confianza así que le pregunté si podía probar algo. El asintió porque
sabía de lo que le estaba hablando. Me miró con sus ojos que a la luz del día
estaban aún más cian que nunca y me preguntó con carita de pícaro: ‘¿Acá?’. ‘No
hay nadie’, le contesté, ‘No pasa nada’. Y nos besamos. El beso fue como me
había imaginado que iba a ser: con muchas ganas y sabor a café. Perfecto. Al
menos en ese momento, habíamos
coincidido. Logramos apagar el fuego.
No
es fácil encontrar a alguien, estár sincronizados en todo: las intensiones, las
pasiones, los objetivos, la madurez. Son muchas cosas que tienen que coincidir,
es lógico que no siempre suceda. Hay que seguir buscando. Cuando nos despedimos
sentí que no iba a volver a verlo y así fue. Por eso, lo mejor es disfrutar de
esos momentos en que coicidis con alguien, las notificaciones pueden esperar. Los incendios no.
Pregunta
para opinar: ¿Cuándo estás conociendo a alguien, sos de dar el primer paso?
12 comentarios:
Me gusto la columna Pablo, El primer paso es la primera señal de que quiero conectarme con el otro y por lo gral yo lo doy
Opino que hay que decir al otro lo que se siente sin tapujos. Si le gustas, qué bien, y si no le gustas pues nada, no tienes nada que perder. Déjate de hacer cosas para averiguar si le gustas o no, que para algo tenemos boca : )
Es dificil a veces dar el primer paso, creoq muchos no nos arriesgamos a lanzarnos a lapileta sin saber si hay agua, tenemos miedo al rechazo y al fracaso, pero yo , al menos lo intento, y asi rebote un monton de veces. Genial tu columna Pablo
ME parece que hay cosas q hay me medirlas antes de lanzarse, mirar las señales . yo no doy el primer paso pero si doy señales para que el otro se anime a darlos
Dar o no dar esa es la cuestion
dar el primer paso es medio duro, pero qcy hay q animarse a hacerlo sino, como vas a saber el resultado? yo a veces me animo pero tambien hay que tener en cuenta que pueden ser solo fantasmas y que no hay realidad
YO SOY BASTANTE CAGON PARA ESAS COSAS, SIEMPRE TRATO DE ESTAR MUY MUY MUY SEGURO SI VOY A DAR UN PRIMER PASO. COINCIDO ADEMAS CON VOS QUE HOY EN DIA LA GENTE NO SABE EXPRESAR LO QUE SIENTE, CADA VEZ MENOS.
Que difícil dar el primer paso SIEMPRE! Pero debo decir que con el tiempo tiene su recompensa. Saludos Pablo!
SIIII QUE VUELVAN LOS LENTOS, LAS BIRRAS EN LA VEREDA, LAS COSAS MAS SIMPLES! CONECTENSE MÁS LOCO!
Me gustó tu texto Pablo! Estoy leyendo todo el blog desde el principio y me encanta. Te felicito :-)
Me cuesta mucho q el otro se de cuenta que me gusta, a veces soy demasiado sutil y ahi pierdo. De igual modo, detesto que del otro lado sean tan vuelteros.
A MI TAMBIÉN ME PASA LO D AUTOFRIENZONEARME SIEMPRE. DESPUES ME QUIERO MATAR CUANDO EL CHICO QUE ME GUSTA CONOCE A OTRO Y SE LO GARCHA Y ME CUENTA.
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