jueves, 19 de noviembre de 2020

Treinta y Seis Velas



´¿Puedo llamarte en tu cumpleaños? ¿sólo para ver si estás bien?, ¿o preferís que me convierta en un fantasma y te deje seguir tu camino?. Si te llamo en tu cumpleaños ¿valdrá la pena?...¿te lo mereces?’ Disclosure feat. Kehlani & Syd



A días de mi cumpleaños, mi familia me invitó a un viaje relámpago a Buenos Aires, y yo, si hay algo que necesitaba eran nuevos buenos aires. Viendo todo en retrospectiva, que bueno que acepté. Yo me conozco, si me quedaba en mi depto iba a entrar en un espiral en el que no quería entrar, pensando en todas las cosas que hice mal con Samuel y castigándome innecesariamente por cosas que seguramente no hubiese podido controlar. Rápidamente hice una valija y me fui dejando atrás todo el conflama. Aunque iba a festejar con amigos a mi regreso a Córdoba, un tiempo en familia era justo lo que necesitaba.


Para evitar caer en la depre-pre-cumpleaños, durante el viaje organicé y envié unos mensajes a mis amigos de Buenos Aires para visitarlos y armé planes. El primero en contestar fue Lucas (en realidad no se llama así, pero digamos que si), un amigo bonaerense que no veía hace años. Nos habíamos hecho amigos hace muchos años por facebook y en uno de mis viajes lo pude conocer en vivo. Pero siempre fue todo en plan amistad, nunca nos confundimos ni entramos en el mambo de amor a distancia. Me invitó a unos tragos pre-cumple, y yo, si hay algo que necesitaba eran unos tragos. Fuimos a unos de mis bares favoritos y entre papas fritas y tragos nos pusimos al día. Me contó que estaba contento porque hacía unos meses era indetectable. Hacía un par de años que vivía con VIH y ahora que era indetectable significaba que también era intransmisible. Era algo que quería lograr desde que se enteró que era positivo, yo fui al primero que se lo contó y por eso le ponía contento cerrar esa etapa brindando conmigo. Me contó que se separó de su novio, después de 5 años, y todo lo tortuoso que fue dejar de vivir juntos, la mudanza y todo eso. Ahora estaba conociendo a un chico nuevo y por ahora, iba todo bien. Yo en cambio le conté de la partida del Sr. Q, de la resurrección repentina de mi ex y por supuesto de Samuel. 



Lucas opinó que quizás, Samuel, tenía de esos amigos complicados y que quizás no me quería exponer a eso. Él tenía experiencia con eso de conocer a los amigos de tu novio y que lo destraten. Y si, conocer a los amigos de tu novio, a veces, es como conocer a los padres. Sobre todo si entre esos amigos hay alguno de esos amigos celosos. Pero no vamos a entrar en esto ahora. De todas formas, con Samuel habíamos hablado muchas veces de sus amigos y nunca me había dicho algo así, creo que lo hubiese entendido. Nuestra conversación es interrumpida por un llamado. Un amigo de Lucas lo invitaba a salir a un pub y en el medio de la llamada me preguntó si lo quería acompañar. Yo solo lo miré y dudé. ‘Si, vamos, yo lo convenzo’ le contestó a su amigo. No estaba seguro si estaba de humor para conocer extraños, pero que bueno que acepté.

Un subte más tarde, llegamos al pub y nos encontramos con sus tres amigos. Dos de ellos estaban de novios entre sí. Lucas me presentó efusivamente al soltero, al que llamaremos Andrés. Inmediatamente nos enviaron a mi y a Andrés a pedir tragos a la barra, y era muy obvio el plan de todo esto. Ahí conversamos un poco, porque, seamos sinceros, aunque no tengo un tipo de chico específico que me guste, Andrés era el tipo de chico que me gusta ¿se entiende?. Lo que sí, era de la edad de Lucas, eso es un par de años más joven que yo. Pero en ese momento, en esa noche y en otra ciudad ¿a quién le importaba?

Conversamos un poco de la vida, me preguntó mi situación sentimental de inmediato, a lo que respondí cual estado de facebook: ‘Es complicado’. Le conté que casi me había escapado de Córdoba un rato para no pensar. Y aquí estaba pensando en Samuel de nuevo. Me contó que él había terminado una relación hace 2 semanas y también estaba en ese limbo de sentimientos. De repente, ahí, en el medio de toda esa gente, esperando el trago, o por el calor o por haber hablado de Samuel, comencé a sentirme extraño. Por suerte, los tragos estaban listos. Los llevamos a la mesa e inmediatamente supe lo que me pasaba, estaba teniendo un ataque de pánico. Necesitaba tomar aire, así que salí un rato afuera. Andrés me acompañó. 


‘¿Estás bien?’ me preguntó. ‘Si, creo que estoy teniendo un ataque de pánico, pero ya se me pasa’. Respiré profundo y me concentré para que pasara rápido. Andrés era estudiante de medicina, así que entendió, me dio algunos consejos y me tranquilizó hasta que se me pasó. ‘¿Querés que nos sentemos allá que hay más aire?’ me preguntó. ‘Dale’. Lucas salió para ver qué pasaba y nos trajo los tragos. Conversamos un rato de nuestras experiencias con los ataques de pánico y hablamos un poco de las cosas que los provocaban y cómo es diferente para cada uno. Bromeamos un poco y nos distendimos.

A las 12 brindamos por mi cumpleaños. Había sobrevivido los 35. Comenzaron a llegarme mensajes de algunos amigos. Era algo extraño estar celebrando con extraños mi cumple, pero me alegraba de estar haciéndolo. Si me hubiese ido temprano al hotel, seguramente iba a estar dando vueltas en la cama y pensando en Samuel.

Más tarde el novio de Lucas iba a pasar a buscarlo en auto, me ofreció llevarme a mi hotel, pero ya que estaba cerca, decidí volver caminando. Andrés se ofreció a acompañarme, le quedaba de camino a su depto. Lucas comenzó a mensajearme a escondidas desde el otro lado de la mesa sobre Andrés. Me preguntó si había onda y me contó algunas otras cosas sobre él y nos dio el visto bueno. ‘Divertite, es tu cumpleaños’ me escribió. Y le hice caso.

Caminando hasta el hotel con Andrés, por esas calles poco iluminadas de Palermo, Andrés estaba un poco silencioso, y yo conocía ese silencio, era el silencio pacífico de ‘acá está pasando algo’. Llegamos a la puerta del hotel, y cuando nos íbamos a despedir, me preguntó: ‘¿Vas a estar bien?’. Le sonreí: ‘Si, mi familia está en hotel’. Se puso vergonzoso y me preguntó: ‘¿No querés seguirla en mi depto?’. ‘Emm, no sé, mañana me tengo que levantar temprano’. Era verdad, iba a celebrar con mi familia. ‘Bueno, todo bien’. ‘Nos vemos entonces’. Y nos quedamos mirando y sonriendo. Y me besó en la boca. Un beso largo y tendido. No fue EL MEJOR BESO DEL MUNDO, fue un poco raro y lleno de nervios, pero estuvo bien para ser el primero. Me abrazó y me dijo al oído: ‘Feliz cumpleaños’. Nos separamos, porque justo el conserje nos vio desde adentro y se hizo el distraído. ‘Nos vemos’. Nos despedimos. Y justo antes de entrar al hotel, recordé las palabras de Lucas. Me di vuelta y lo perseguí. Acepté su invitación. Y que bueno que lo hice. 


En su departamento continuamos la conversación, indagué un poco más sobre su ex de hace 2 semanas. Me contó que hacía más de un año venía intentando dejarlo. Pero a veces le costaba darse por vencido y me dijo que no sabía porqué, pero a veces, no quería aceptar que se había equivocado, que había elegido mal y confesarle eso a sus amigos y familia, le daba un poco de vergüenza. Y lo entendí, todos conocemos esos casos de conocidos que siguen en relaciones que no merecen, solo para demostrar que eligieron bien. ¿A quien le gusta, sobre todo en este país, admitir que se equivocó en una convicción?

Después de unos besos relajantes y unas caricias en el sillón, me invitó a la habitación. No sin antes preguntarme si me sentía bien, por todo lo del ataque de pánico y eso. Le dije que ya me sentía mejor. Y era verdad. ‘Sé primeros auxilios’ bromeó.

Antes de comenzar con lo nuestro, me quiso dar unas indicaciones. Le gustaba que en el medio del acto sexual, lo tomen del cuello y me preguntó si me animaba a hacerlo. Sonreí. ‘Si, me animo’. ‘No muy fuerte’ insistió. ‘Si, entiendo. Apretar sin presionar. No es la primera vez que me lo piden’ contesté. Lo que era cierto, pues, años de experiencia. De hecho no es la primera vez que un estudiante de medicina me lo pedía. Seguramente algo que ver con la pulsión de muerte. No sé. Y todo estuvo increíble, los besos mejoraron un montón y seguí sus instrucciones al pie de la letra. Para mi no hay nada más erotizante que ver a alguien disfrutando del sexo e ir descubriendo las cosas que le calientan al otro. Si hubiese sabido que esa iba a ser una de las últimas veces que iba a tener sexo antes de la pandemia, quizás lo hubiese disfrutado un poco más, quizás lo hubiese besado un poco más. Me quedé unas horas más en su cama y dormitamos un poco, pero me tenía que ir. Se ofreció a acompañarme, pero le dije que no hacía falta. Nos despedimos con un fuerte abrazo y unos besos más. Ojalá me hubiese quedado abrazado un ratito más.

Regresé al hotel, ya casi estaba amaneciendo. El sexo me había abierto el apetito, así que me autoregalé unos muffins en el camino. Me dormí leyendo y contestando mensajes de cumpleaños. Me mensajeé con algunos amigos que estaban despiertos y algún que otro ex que, como siempre, aparecen en los cumpleaños. Muy a mi pesar, no podía sacarme de la cabeza una pregunta: ¿me saludará Samuel?¿recordará mi cumpleaños o acaso había dejado de existir para él?

Ahora viendo todo en perspectiva, por supuesto que todo lo de Samuel me parece muy poco significativo, pero en ese momento no dejaba de pensar en él. Quería verlo una vez más, y tener una última conversación. Algo que en realidad odio, eso de encontrarse con alguien para tener una charla seria para terminar definitivamente. Pero todo había sido tan repentino, y sin explicaciones, que necesitaba ese cierre, aunque sea un mensaje me hubiese servido en ese momento.


A la mañana siguiente me despertó mi familia, me llenó de cariño y abrazos. Y fuimos a almorzar todos juntos. Al soplar las velitas, pedí 3 deseos, ojalá se cumplan pronto. Si hubiese sabido que el siguiente cumpleaños íbamos a estar todos separados, hubiese aprovechado mucho más esos momentos, los hubiese abrazado un poco más, hubiese valorado mucho más el estar todos juntos y celebrando. Aunque pasé bastante parte del día y del viaje con ellos, en estos momentos no me parecen suficientes. Lo que daría por estar con ellos ahora paseando libremente por Buenos Aires.

Esa tarde recibí un llamado de cumpleaños que no esperaba, era un número de otro país. Era el Sr. Q. Me sorprendió su llamado, hacía meses no sabía nada de él. Nos quedamos conversando un largo rato, y nos pusimos al día. También me sorprendió con la noticia de que en unas semanas iba a volver unos días a Córdoba y me dijo que organizara algo para que nos veamos. Y aunque todavía estaba procesando todo lo de su llamado, le dije que sí. 


En el viaje de vuelta a Córdoba, pensé que volvía un año más grande, pero me alegraba haber dicho ‘si’ al viaje. Haberle dicho ‘si’ a la invitación de Lucas, ‘si’ a la invitación de Andrés. Elegí bien. Aproveché los momentos que tenía que aprovechar y los disfruté al máximo. ¿Acaso esto es crecer? ¿Saber juzgar mejor los momentos, la gente con la que te rodeás? Quizás si era eso. Eso y saber cómo evitar los malos ratos, o al menos aplacarlos por un rato. Elegir cosas que te hacen bien, personas que te hacen mejor. Y si en el camino algo sale mal y cometo algún error, siempre tendré el cariño de su familia y los amigos, de aquí, de allá y de más allá, los que hice a lo largo de este extenso camino de treinta y seis años. 

Escrito Por Pablo M. Acuña


Pregunta para el foro: ¿Tenés algún asunto pendiente con algún ex?¿te gustaría pasar un momento más con alguno de ellos?

24 comentarios:

Seba dijo...

No mi amor, a los ex, todos lejos, x algo son ‘exs’, pasaron x tu vida y nada más. A otra cosa mariposa. Hay demasiada carne en el mercado porque volver a probar la misma. Excelente columna.

Pabl3Te dijo...

Respuesta para Seba:
Jajaja, estoy de acuerdo. Siempre es mejor probar algo nuevo. A veces cuesta soltar igual, pero después te das cuenta que es la mejor opción. Gracias por leer. Saludos.

Alejandro dijo...

NO, POR SUERTE NO, PARA MI ESTÁ MUERTO.

Pabl3Te dijo...

Respuesta para Alejandro:
Un poco mucho ¿no? Igual ojo con guardarle rencor, porque del odio al amor… Saludos Ale.

Exequiel dijo...

Si, pero se fue del país antes de la cuarentena y no sé cuando lo voy a volver a ver :(

Pabl3Te dijo...

Respuesta a Exequiel:
Uh, que mal. Hay muchos que quedamos separados de la gente que queremos. Ojalá termine todo pronto. Fuerza. Saludos Exe.

Ismael dijo...

NO, cuando cortamos le dije todo lo que tenía atragantado frente a sus amigos. QUEDÓ DE CARA.

Pabl3Te dijo...

Respuesta para Ismael:
Ja, que bueno que lo hayas podido hacer y descargar todo. En el fondo me parece lo más sano. Gracias Isma, saludos.

Damián dijo...

Si, el muy cobarde me dejó sin decir palabra y mandó a la mamá a buscar sus cosas.

Pabl3Te dijo...

Respuesta para Damián:
Que horror mandar a tu mamá a retirar las cosas, o sea, no podés. Encima no es la primera vez que escucho un caso así. Gracias por comentar. Saludos Damián.

Leo dijo...

Me gustaría estar en cuarentena con uno de ellos

Pabl3Te dijo...

Respuesta para Leo:
Yo también tengo uno con el que pasaría la cuarentena ahora que lo pienso. Pero bueh. Quedamos lejos. Saludos Leo. Gracias por comentar. Saludos.

Rubén dijo...

Que me devuelva la plata que me debe!!!

Pabl3Te dijo...

Respuesta para Rubén:
Uh, cuando los asuntos pendientes son plata, todo se pone peor. Porque se suma a toda la ensalada de sentimientos que ya venís cargando. Saludos Rubén. Gracias por comentar.

GERMÁN dijo...

A TODOS LOS QUIERO LEJOS

Pabl3Te dijo...

Respuesta para Germán:
Jajaja, bueno, todo esto de la cuarentena te debe estar ayudando un poco espero. Saludos Germán.

Ramiro dijo...

La venganza es un plato que se come frío.

Pabl3Te dijo...

Respuesta para Ramiro:
La venganza nunca es buena, mata el alma y la envenena. Saludos Ramiro.

Santino dijo...

Vos sabés que sí...vos sabés que sí.

Pabl3Te dijo...

Respuesta para Santino:
ABSOLUTAMENTE. ¿Se hará realidad mi visión próximamente?. Yo creo que estamos cerca. Saludos Santino.

Fran dijo...

Yo no, pero él parece que sí.

Pabl3Te dijo...

Respuesta para Fran:
Que misterioso esto, pero creo que entendí lo que quisiste decir jaja. Saludos Fran.

Nicolás dijo...

Que madure y que no se cruce de vereda cuando me ve.

Pabl3Te dijo...

Respuesta para Nicolás:
Ugh, odio cuando hacen eso. Hasta prefiero que me ignore de frente a que haga eso. Saludos Nico.