lunes, 24 de noviembre de 2014

Córdoba, Te Amo



Dicen que el amor está a la vuelta de la esquina, pero si hay algo que me ha demostrado la experiencia es que puede estar en cualquier lugar de esta hermosa ciudad. Y no solo eso, también descubrí que cada historia puede convertirse en un amor de película. He aquí algunos ejemplos:

La Plaza de la Intendencia & El Abominable Hombre De Las Nieves

Era profesor de español en Francia y solo venía unas cuantas semanas a Argentina. Hacía mucho frío, era esa época que estaba por nevar en Córdoba. Por esas casualidades de la vida, vivíamos a una cuadra y media. Cosas que solo pasan en esta ciudad. Me invitó a su casa y nos gustamos inmediatamente. Me encantaba que era canoso y tenía cara de bonachón. Me mostró su casa, y yo además de los nervios, me estaba congelando. Mis manos eran básicamente dos icebergs. A él le impresionaba lo fría que estaban, así que me las tomó y trataba de calentarlas. Me abrazó porque sentía que así lo iba a lograr. Y nos quedamos abrazados un rato largo. Se puso cariñoso y comenzamos a besarnos. Me tomó de la mano y me llevó a la habitación. Prendió la estufa al lado de su cama. Mis manos seguían como dos témpanos de hielo, intentamos tener sexo pero mis manos heladas le hacían cosquillas, así que después de un rato decidimos quedarnos abrazados y a los besos. Esa tarde nos quedamos mirando el cielo por su ventana y, según él, estaba por nevar, así que nos vestimos rápido, nos abrigamos bien y compramos unos cafés para llevar a la Plaza De La Intendencia. No cayó nieve ese día, solo un poco de agua nieve. Fue una muy linda cita. Pero ahí quedó todo. No lo volví a ver hasta unos años después y ahora el que era un témpano de hielo, era él. No volvió a saludarme aunque nos cruzamos varias veces de frente. Nunca supe porqué.


La Cañada & El Señor Del Anillo

Habíamos terminado una cita excelente, después de cenar caminamos por la Cañada. Estuvimos toda la noche sin poder besarnos, ni darnos la mano. Nos daba pudor hacerlo en público, eran otras épocas. Nos sentamos a conversar en la Cañada antes de despedirnos, y Martín me dijo: "Bueno, ya está, te tengo que besar, que digan lo que digan". No sé si era por todas las ganas acumuladas pero fue un MUY buen beso y bastante largo. No podíamos parar. De la nada aparecieron unos chicos y cuando nos vieron besándonos comenzaron a aplaudir y se acercaron a darnos la mano y palmaditas. Nos dio gracia y vergüenza al mismo tiempo. Antes de despedirnos me dijo que la había pasado muy bien y agregó: "Pero tengo que confesarte algo". Una de las frases más terroríficas para escuchar en una primera cita. Me dijo que estaba casado y me mostró su anillo, su idea era divorciarse pronto pero no era tan fácil porque tenía una hija. Yo me quería tirar a la Cañada. Le dije que podría habérmelo dicho desde el principio. Yo había visto su anillo, pero pensé que era un anillo más. Que estaba todo bien, pero yo no podía ayudarlo a resolver ese tema y que me llame cuando lo tuviera resuelto. Nunca llamó y no supe más de él.

La Plaza España & Una Serie De Eventos Desafortunados

Nos conocimos en Messenger, eso ya habla de lo antigua que es la historia. No recuerdo quien agregó a quien, pero sí recuerdo que chateábamos todas las noches. Muchos años después, se animó y me invitó a una cita. Pero en ese momento yo estaba de novio, así que le dije que mejor no. Cuando mi relación terminó, fui yo el que lo invitó. Y era el él que estaba en una relación. Porque esas cosas siempre pasan. Hasta que un día el volvió a invitarme y ambos estábamos solteros. Así que fuimos inmediatamente a tener la cita. Recuerdo que fuimos a un bar espantoso, pero la estábamos pasando tan bien que no importaba. Terminamos de comer rápido, porque la comida era horrible y nos queríamos ir de ahí. Así que me dijo de ir a caminar un rato ya que era temprano. Y así caminamos y caminamos. Había mucho viento, en cualquier momento íbamos a salir volando. Yo comencé a tener tos, así que nos sentamos en la Plaza España, que ya estaba decorada para Navidad. El cielo se estaba nublando y parecía que en cualquier momento iba a llover. Nos comenzamos a reír porque todo había salido mal en la cita. Pero cuando la pasás bien con el otro nada de eso importa –le dije- y me miró y sonrió. Entonces me dijo que deberíamos besarnos, para que al menos algo salga bien. Y eso hicimos, ahí entre medio de las columnas gigantes que simulaban ser regalos, nos besamos mucho, mucho tiempo. Eso salió perfecto. Esa noche no pasó de ese beso. Al otro día me dijo que le hubiera gustado invitarme a su casa, pero no se animó. Y le dije que me había pasado lo mismo. Lo dejamos para más adelante, y nunca sucedió. Nunca más volvimos a chatear, ni lo vi conectado. Muchos meses después descubrí en uno de sus mensajes de cumpleaños de facebook, que había fallecido. Me entristeció mucho, aunque ahora cuando paso por la Plaza España, siempre pienso en él, recuerdo esa noche y sonrío.



El Patio Olmos & Nino Quincampoix.

Era mi primera cita con Rafael, mi primer novio. Siempre nos habíamos visto de noche hasta ese día. Estaba muy nervioso porque era una de mis primeras citas y no tenía idea de cómo iba a ser. Nos encontramos en el Patio Olmos, porque íbamos a ver Amélie en el cine. Yo ya la había visto mil veces, pero quería que él la viera. Cuando llegué me estaba esperando y era más hermoso de lo que recordaba. No sabía si saludarlo con un beso o como, así que hice como una cosa extraña y se rió. Rafael siempre hacía chistes de todo y le gustaba ponerme nervioso porque sabía que yo era tímido. En el medio de la película, me tomó la mano, yo me asusté y casi tiro toda la gaseosa. Comenzamos a reírnos, hasta que nos hicieron callar. Durante la película, me acariciaba la mano y ponía su pierna junto a la mía. Hasta que en la parte más romántica de la película (Spoiler Alert) cuando Nino besa a Amélie, Rafael no aguantó más y me besó en la boca. No sé si la gente se dio cuenta o no, no me importaba y a él tampoco. Uno de los besos más lindos que me dieron en mi vida. Esa noche decidimos ponernos de novios y esa forma de besar se convirtió en algo de nuestra relación.

El Teatro 25 de Mayo & Billy Elliot

Nos conocimos en un boliche, hace bastante tiempo, recuerdo que en esa época le di mi mail. El decía que hacía mucho me venía viendo y esa noche se animó a acercarse. Solo me pidió el mail y se fue. Me escribió un mail re lindo y quería que nos conociéramos, pero en vivo, no le gustaba mucho lo de chatear, sentía que en vivo era más real. Así que fui a su casa, me hizo una cena muy rica. La noche estaba hermosa y el tenía un balcón re lindo con reposeras donde nos quedamos charlando toda la noche. El era bailarín, del Teatro 25 de Mayo. Tenía cuerpo de bailarín y era bastante flexible. Eso lo descubrí más tarde cuando tuvimos sexo. Hicimos unas posiciones que nunca pensé que fueran posibles. Hasta que en un momento, nos caímos al piso los dos y morimos de risa. Estuvo muy divertido. Unos días después, me invitó a verlo bailar en el teatro. Yo todavía no estaba seguro si me gustaba o si lo quería como amigo o cuáles eran sus intensiones. Pero esa noche, cuando lo vi bailar en el teatro, ahí me enamoré. ¿Por qué acaso hay algo más seductor que ver a alguien haciendo lo que le gusta apasionadamente?.

El Arco de Córdoba & Robocop

"Ya es hora de conocernos" me dijo esa noche. Y acepté tener una cita con él. Me dijo que me iba a buscar en un taxi y de ahí podíamos ir a su casa aunque quedaba medio lejos. Habíamos hablado por teléfono unas cuantas veces en el chat telefónico, pero era un extraño. La adrenalina y la calentura a veces te hacen hacer esas cosas inconscientes cuando sos adolescente. Le dije que si. No me había mentido en su descripción, era tal cual me había dicho. Era rapado, tenía unos ojos celestes super penetrantes y se le hacían hoyuelos cuando se reía. En el viaje conversamos y escondidas del taxista por ahí me acariciaba las piernas. El viaje se estaba haciendo un poco largo y me empezó a dar un poco de miedo, porque no sabía dónde estábamos yendo. Cuando vi el Arco de Córdoba, comencé a pensar: "listo, este tipo me va a asesinar o me va a raptar y nadie se va a enterar nunca porque no le avisé a nadie que salía con él". Empecé a pensar en cómo escaparme o tirarme del auto en algún semáforo. Supongo que debe haber visto mi cara de susto, porque dijo: "Ya casi llegamos". Entramos a su casa, me dio un vino y nos sentamos a conversar en un sillón. La conversación comenzó a subir de tono. Hasta que dejó la copa y me dijo: "Antes de pasar a la habitación tengo que mostrarte algo". Me agarró la mano y me la apoyó sobre su pierna. Y la fue bajando. Yo creía que era una técnica para que lo tocara, pero de repente me di cuenta que su pierna terminaba y comenzaba una ortopédica. "Soy Robocop"me dice. Y nos comenzamos a reír. A partir de eso ambos nos relajamos y en la cama, me enseño unas muy divertidas posiciones.


El Parque Sarmiento & El Último Tango En Córdoba

Era el 2007, una presentación única de Bajofondo Tango Club en la isla del Parque Sarmiento. Era una hermosa noche de verano, el cielo estrellado y estábamos disfrutando de un recital espectacular en el medio de los árboles. Mientras bailaba con una amiga con la que había ido, veo a lo lejos a Pedro, un chico al que había conocido en otro recital de Bajofondo años atrás y con el que me había besado en el medio de un pogo. Cuando terminó el recital, lo busqué para saludarlo. Y lo vi cruzando el puente para irse. Corrí para alcanzarlo y recuerdo que temblaba de miedo, me latía fuerte el corazón. Le toqué la espalda y le pregunté si se acordaba de mí. Claro que ahí yo tenía 20 kilos menos a cuando nos conocimos. Cuando le expliqué quien era, se acordó y caminamos hasta su departamento mientras conversamos. Me invitó a subir a tomar algo y la pasamos espectacular. Tuvimos sexo escuchando el cd de Bajofondo. A los dos nos encantaba el tema Perfume. Es una noche que nunca voy a olvidar. A las pocos días el se iba a vivir a España, o eso fue lo que me dijo. Lo que no sabe es que semanas después lo vi con otro chico. Una lástima.


Con tantas historias vividas y muchas más por vivir ¿Cómo no amar a esta ciudad? Córdoba, ¡Te Amo!

Dedicado a la memoria de A.R.

Pablo M. Acuña

 pabl3te 
 @pabl3te
 pabl3te@hotmail.com
 youtube.com/pabl3te


Pregunta del foro: ¿Y vos? Contanos alguna de tus historias memorables en esta hermosa ciudad