viernes, 25 de junio de 2010

Nuevos Aires ( Parte II )



Anteriormente en Sexo Gay En La Ciudad: (lee la Parte I completa aquí):

Viajé a Buenos Aires en busca de nuevos aires. Además de ver 30 películas en el BAFICI y visitar a mis amigos, conocí a Hernán, un chico con el que había estado chateando unas cuantas semanas. Después de insistir y planificar nuestro primer encuentro, finalmente sucedió, pero fue muy corto y yo esperaba mucho más. Varias invitaciones rechazadas después, me di cuenta que él no estaba interesado o que todo lo que me había prometido, solo quedó en promesas ya que no lo volví a ver. Y las últimas horas, del último día sucedió algo inesperado…

Merendando unas horas antes de ir a la terminal, estaba un poco triste y pensativo por lo que había sucedido con Hernán. Recordé una de las películas que vi: La Quemadura. Unos hermanos buscan a su madre quien los abandonó hace 26 años, el documental muestra toda la investigación que realizaron para finalmente dar con ella. Pero cuando viajan a reunirse con ella, es un encuentro decepcionante. Así me sentía esa tarde.




En ese momento, observo a este chico que me miraba fijamente desde lejos. Unos ojos celestes que contrastaban con su piel. Me puse muy incomodo cuando me di cuenta que efectivamente me estaba mirando a mi. Mucho más incomodo cuando me pidió permiso para sentarse en mi mesa. Lo cual acepté obviamente. Intentó hablar en español, pero le dije que podía hablar en inglés. De repente me encontraba conversando con Ross, 38 años, de New York. Trabajaba en bienes raíces. Mientras me contaba eso, me decía lo mucho que le gustaba, que le parecía interesante y que quería conocerme mejor. Me invitó a cenar, me dijo donde se estaba quedando. Pero también me dijo que ¡tenía novio! Que en realidad, este viaje era un regalo que le había hecho a su pareja por el cumpleaños. Después que le puse cara rara, me explicó que era una relación abierta, que podían tener sexo con otras personas, si querían. Igualmente no me sorprendió tanto, porque, me he dado cuenta que últimamente, las relaciones abiertas están muy de moda. Ross me explicó, que hacía mucho tiempo que salía con su novio y que de vez en cuando, tenían permiso para estar con otra persona. La única condición, es que no comentaran nada con uno con el otro.

Aunque hubiese querido, no acepté, porque tenía que irme en unas horas. Por otro lado, todavía lo de Hernán era muy reciente. Estaba constantemente pensando en el. Más allá de que ya estaba seguro que se había terminado y no tenia porque importarme, no me es para nada fácil saltar de una relación a otra, así como así. Es por eso que me cuesta un poco entender esta "modernidad" de las relaciones abiertas. ¿Qué tan mente abierta hay que ser para estar en una?¿Son estas relaciones la única respuesta a la monotonía de la pareja?¿O son simplemente una buena excusa para que la gente infiel no se sienta culpable?

Muchos de mis amigos, actualmente, se topan con esto de las relaciones abiertas. Y la verdad que nos dejan un poco desconcertados. Porque todo bien si son para un touch & go, pero ¿qué pasa si te enamorás de alguien en una relación abierta? ¿O si, al contrario, éste se enamora de vos? Es decir, ¿se supone que los que tienen la relación abierta, no deberían enamorarse nunca? Y si sucede que se enamora de vos por ejemplo, ¿Qué te hace pensar que no va a querer una relación abierta eventualmente?.

Una de las noches que pasé en Buenos Aires, cenaba con mi amigo José, y hablábamos lo difícil que es tratar de sacarse de la cabeza a alguien, cuando sabes que son el uno para el otro (aunque este alguien esté de novio con otro tipo). Sí que es difícil, ya pasó más de un año que conocí al que yo llamo ‘el amor de mi vida con novio’, y después de todo este tiempo, aún me parece cruzarlo todo el tiempo, aún estando en otra ciudad. Parece una broma del destino, que los que quisieras que estén en una relación abierta, no lo están. Igualmente estas personas que no están en relaciones abiertas, tratan de tenerlas, y te buscan y disfrutan de enamorarte, pero después no se animan a más.

¿Entonces con cual nos quedamos?¿Con el que tiene la excusa de una relación abierta porque no puede comprometerse y ser fiel, o con el que no tiene una relación abierta y trata de seducir constantemente a otros?¿Con alguien que no se anima a una relación o con alguien que está tan cómodo en una relación mediocre, que prefiere no jugarse por vos?

La respuesta es C: ninguno de los anteriores. Para que perder el tiempo con gente que en el fondo son cobardes?. Mejor esperar a alguien que venga dispuesto a todo con vos y solo con vos. Que se juegue, que te diga de frente lo que siente por vos y su afecto sea sincero y único. Y que cuando ese afecto se acabe, que tenga el valor, por amor y por respeto a lo que tuvieron, de decírtelo en la cara. Para que perder el tiempo en grises, cuando hay muchos colores por explorar.



Escuchando al director de mi serie favorita: Six Feet Under, le preguntan porque nunca separa al personaje gay de su novio, porque a pesar de todo, siempre vuelven y permanecen juntos. A lo que el director contesta que para él, era mucho más atractivo e interesante mantenerlos juntos. Era más importante para él, el camino que tenían que hacer ambos personajes para mantener la pareja y ver como cuando el amor es realmente verdadero, cualquier obstáculo es insignificante y se puede sobrepasar. Y finalmente manteniéndolos juntos, logra plasmar el amor de una forma realista.

Volviendo a la merienda con Ross, se estaba haciendo tarde, así que me despedí de él, nos dimos un abrazo y me fui al baño a lavarme las manos. Cuando termino, Ross entra al baño y me sorprende con un beso espectacular. Me toma la mano y quiere llevarme al baño, pero no acepté. Porque si bien lo de Hernán había terminado antes de empezar y aunque tuviese una mente abierta, no puedo pasar tan rápido de un tipo a otro. No tengo una relación abierta conmigo mismo, yo me respeto.

En el viaje de vuelta, no podía dormir. Habían sido unos días llenos de experiencias intensas. Aprendí mucho, sobre el cine independiente y sobre mí. Y a pesar de todo, me llevo lindos recuerdos de Hernán, de la cita que tuvimos y que si bien esperaba más de su parte, yo podría haberlo amado, si me daba esa oportunidad. Espero no se haya quedado con la impresión equivocada.



Vuelvo de Buenos Aires con nuevos aires, pero con la misma certeza de saber que puedo enamorarme y enamorar, en cualquier momento y en cualquier lugar.

Pablo Martin Acuña
pabl3te@hotmail.com
Pregunta para el foro: ¿estarias o estuviste en una relación abierta?

viernes, 4 de junio de 2010

Nuevos Aires ( Parte I )



Una de estas noches heladas, sentado en mi compu, pensaba que hacía mucho tiempo que estaba solo y lo lindo que sería conocer a alguien nuevo, alguien a quien abrazar de noche. Y mágicamente en mi facebook, apareció una solicitud de amistad. Aunque él estaba en Buenos Aires, tomé toda esta situación como una señal y lo agregué.

Después de unos varios chats, unos mensajes tiernos y madrugadas de compañía agradables, me di cuenta que había encontrado a alguien especial. Pero claro, estábamos lejos. Aún así, sentía alegría de tener a alguien en quien pensar y saber que él estaba pensando en mi, era reconfortante. Hacía mucho que no sentía eso. Semanas más tarde tenia planificado viajar a Buenos Aires por el BAFICI ( Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente), al cual voy todos los años. De alguna forma, después de todo un año de relaciones fallidas, cambiar de aires y conocer a Hernán, era lo más refrescante que me sucedía en mucho tiempo. Cuando se enteró me dijo que podíamos planear tener una cita para conocernos, ir al teatro, al cine y muchas cosas más. Estaba tan entusiasmado que contaba los días para el viaje y hasta le dediqué este tema:



Todo sucedió tan rápido, que en el colectivo de ida, fue cuando comencé a pensar en todo lo que había sucedido y a especular con lo que iba a suceder. Y de repente, sentí miedo. Porque me di cuenta que pasara lo que pasara, no había forma de ganar: Si nos conocíamos y todo salía mal, iba a ser feo porque quería decir que lo que sentíamos por chat o mensajes no era más que una fantasía, o algo que solo podíamos tener por ese medio. Y si todo salía bien, íbamos a tener que separarnos por quien sabe cuánto tiempo. Entonces pensé: ¿podría sostener una relación a distancia?¿todavía existen ese tipo de relaciones, alguien realmente puede mantenerlas por mucho tiempo? Y más allá de eso ¿es lo que necesito en este momento de mi vida?

Las relaciones a distancia siempre estuvieron presentes en mi vida. De hecho mi primer relación con un hombre, fue a distancia, y si que estábamos lejos. Chad tenia 16 años y era de Missouri. Nos conocimos en el chat de la serie Dawson’s Creek (que para los que no conocen es de donde Cris Morena se “inspiró” para hacer Verano del 98), comenzamos a chatear y nos enamoramos. Durante varios meses chateamos de todo. Recuerdo que pensaba en el todo el día y no veía la hora de chatear con él. Esa era una época muy complicada para mi, estaba dentro del closet, no compartía mis secretos con nadie, estaba en Santiago y veía mi futuro un tanto negro. Dentro de todo esto, Chad era la esperanza que necesitaba. Él le había contado a sus padres de su homosexualidad y ellos lo habían aceptado bastante bien. Recuerdo que yo admiraba eso y fantaseaba algún día seguir sus pasos, pero en ese momento me parecía algo imposible y lejano. Nos mandamos cartas y hasta iba a locutorios para hacerle llamadas. Después de un tiempo dejamos de contactarnos, porque nos extrañábamos muchísimo, porque de verdad habíamos llegado a enamorarnos, a querernos mucho y quizás para ese entonces, era amor lo que sentíamos. La conexión era muy fuerte y al menos yo la sentía. A pesar de estar lejos, era palpable, cercana.



Mucha gente no cree que pueda existir este tipo de enamoramiento, de conexión con el otro a través de una computadora, por teléfono, el amor a distancia. Pero en realidad creo que si el amor o la conexión son verdaderos, la distancia pasa a ser un simple detalle.

A penas llegué a Buenos Aires, organicé la agenda con todas las películas que quería ver, y todo lo que quería hacer e inmediatamente se las comenté a Hernán, así el arreglaba sus horarios y podíamos organizar el esperado encuentro. Entre el trabajo y las clases de teatro, sus horarios también estaban complicados. Terminamos viéndonos recién el fin de semana, en una cita para merendar. Solo teníamos una hora y media, porque él tenia otro compromiso después. Finalmente nos encontramos, tomamos un café, conversamos y todo salió bien. A penas lo vi supe que iba a estar bien. Mientras hablaba con él, lo observaba y él se ponía algo nervioso. Me di cuenta que todo lo que me había gustado de él, en vivo, era mucho mejor, ver sus reacciones, su sonrisa, todo era mucho mejor. Me sentí muy cómodo y el me dijo que también. La pasamos muy bien y después llego el momento de la despedida. La verdad, me hubiera gustado mucho un abrazo muy largo y un beso apasionado. Pero no se dio en ese momento. Pensé que teníamos todo el fin de semana para que llegue ese momento. Lo que no sabía era que esa era la última vez que lo iba a ver.

Los siguientes días, fueron invitaciones rechazadas y comprar entradas para él, que nunca usó porque nunca vino. No me rendía y pensaba: "bueno, esta vez, si va a venir así que le voy a comprar una entrada y seguro viene" o "bueno, no vino, pero seguro aparece después para invitarme a cenar o me va a sorprender y va a venir a la salida del cine". Siempre me siento muy estúpido pensando esas cosas, pero no entiendo porque ya no hay gente que haga ese tipo de cosas.



Mientras veía las películas, todo me hacia recordar a Hernán. Había una en particular, La Bocca Del Luppo (La Boca Del Lobo) que hablaba de una pareja de un hombre y una travesti, que vivieron una historia de amor, y gran parte de la historia estuvieron separados, ya que el tuvo que ir a la cárcel. Ella lo esperó y se mandaban cartas e iba a visitarlo de vez en cuando, a pesar de los maltratos que recibía o las burlas, el amor sobrevivió a todo eso, y ahora viven juntos y felices en una casa en las montañas. Pensé en todo lo que pasaron para estar juntos y me pregunté si Hernán haría lo mismo por mí, si ni siquiera pudo verme más de una hora y media en una semana que estuve en Buenos Aires y a pesar de que el haya sido una de las razones del viaje también.

Mi último día, ya estaba completamente seguro de que no iba a volver a verlo, estaba triste y decepcionado. La frase de una de las películas que vi me quedó resonando en la cabeza: "Estar cerca no es físico". Unas horas antes de volver a Córdoba, me senté a merendar cerca del hotel. Trataba de concentrarme en lo positivo del viaje: haber visto 30 películas increíbles, visitar a mis amigos, filmar un corto, pasear por Buenos Aires, salir a bailar con mi amigo Jair como en los viejos tiempos, ir de shopping, etc . La había pasado fantástico. Y en ese momento, a lo lejos veo a un tipo mirándome fijo. Era afro-americano, tenía una mirada hermosa, unos ojos claros penetrantes y un cuerpo atlético. Lo que no tenía era sutileza, estaba siendo bastante obvio. Me sonrió unas cuantas veces y yo estaba bastante sorprendido, no podía creer que era a mí. Entonces pasó algo que no me esperaba, él vino y se sentó en mi mesa….

Continuará…

Pablo Martín Acuña
pabl3te@hotmail.com

Pregunta para el foro: ¿Estuviste o estarías en una relación a distancia?