martes, 4 de diciembre de 2007

Se Busca Fantasma



Cuando este fin de semana se acercó a hablarme alguien y no me preguntó donde había comprado mi ropa, no me pareció para nada raro que haya nevado en la ciudad. Y es que hace bastante que nadie se me acercaba a hablarme. Este chico afirmaba que ya me había visto antes, hace bastante, pero que nunca antes se había animado a hablarme. Me dio las razones que, coincidentemente, son las mismas que doy siempre yo: la timidez y el miedo al rechazo. Además por supuesto de no saber si le vas a gustar a la otra persona. Todo esto me hizo pensar, porque damos tantas vueltas a la hora de conocer a alguien ¿Qué estamos buscando exactamente?

Generalmente cuando nos gusta alguien, lo miramos y si te devuelve la mirada, seguimos insistiendo pero para que uno de los dos de el primer paso o alguno tiene que estar alcoholizado o tienen que pasar años o quizás alguna alineación cósmica. Está bien que haya gente tímida, pero no todo el mundo es tímido. ¿o será que somos tímidos solo con esa persona que realmente nos gusta y preferimos ilusionarnos con la esperanza de que alguna vez quizás se dé, en lugar de saber que no le atraemos y pueda rechazarnos? Es algo así como un mecanismo de defensa mezclado con masoquismo e histeria. Estas personas con las que nos obsesionamos sin siquiera conocerlas crean en nuestra mente una especie de ideal inexistente y que termina condicionándonos a la hora de conocer a alguien, porque nadie va a ser ni tan lindo, ni tan inteligente, ni tan simpático como alguien que no existe. Es como enamorarse de un fantasma.

Si logramos superar todo eso (algo difícil pero posible) y finalmente conocer a alguien, llega nuestro otro problema. NO NOS CONFORMAMOS CON NADA. Queremos todo: que sea buena persona, que sea lindo, que tenga una linda personalidad, que quiera una relación, que sea culto e inteligente, que tengan cosas en común, que tenga un buen cuerpo (buen tamaño y grosor, ja) , que sea bueno en la cama, que sea fiel, que le gusten las cosas que a vos te gustan y si tiene auto, mejor aun. Lo peor es que cuando conocemos a alguien así, lo primero que pensás es: ojalá fuera más alto. ¡¿Qué nos pasa?! Está bien, cada uno tiene sus gustos y si es necesario buscar a alguien con quien sepas que te vas a llevar bien a la larga y que tengan algunas cosas en común, pero me parece que encontrar a alguien exactamente como uno quiere, no va a ocurrir jamás. Lo del alma gemela, si es que existe, creo que muy pocas personas la encuentran. Además buscar a alguien que se parezca a nosotros no me parece la mejor opción. Tampoco digo de buscar a alguien totalmente opuesto, pero justamente lo mas divertido de conocer a alguien, es interesarse por cosas nuevas y experimentarlas juntos.

Como si fuera poco, hay otro obstáculo. Esa persona que nos histeriquea, que sabe que le gustas mucho y le encanta tenerte a sus pies. Por lo que se te entrega en pequeñas dosis porque es cobarde y no se anima a aceptar que le gustas o simplemente no quiere. (O quizás porque tiene novio) Esos que aparecen y te dicen algo que estuviste esperando por años justo cuando alguien nuevo se interesa en vos. Lo malo es cuando lo tomas como molde y buscas personas lo más parecidas a él posible. Lo que termina siendo una muy mala idea y algo incoherente en realidad, porque no hay dos personas iguales y porque si es igual es muy probable que sea histérico también.

Por supuesto que también está lo físico. Ya nadie se cree el cuento de “a mi lo físico no me importa” porque es la mentira mas grande del universo. A todos nos importa. Lo que no debería hacer es condicionarnos, debería ser un dato más, pero bueno, muchas veces se le da demasiada importancia a lo físico, cuando en realidad por lo que realmente deberíamos preocuparnos es por la química. Y ya se que seguramente escucharon lo de que el físico a la larga se pierde y el “cuando sean viejos…” yo les digo, que si ven una foto de ustedes, el año pasado y se ven ahora, van a ver todo lo que cambiaron. Aun así seguimos guiándonos por eso. Pero no me mal interpreten, en mi opinión la atracción física tiene que existir pero no por una cuestión estética, sino porque en el fondo motiva positivamente a otras reacciones químicas, sexuales y hasta psicológicas, por mas que cueste admitirlo.

De todas formas, no debería ser tan difícil. Damos vueltas y vueltas, cuando hay demasiada gente sola y están mas cerca de lo que creemos. Solo hay que animarse a conocerlas, aunque te pongas nervioso, aunque te de miedo el rechazo. Es peor quedarse con la duda de “que hubiera pasado si…”.Y basta de buscar la perfección, no solo porque no existe, sino porque seria aburridísimo encontrar a alguien perfecto. La idea de conocer a alguien, no es que sea el indicado, sino que, con cariño y afecto, se pueda convertir en el.

Pabl3Te

No hay comentarios: