lunes, 9 de agosto de 2010

Oportunidad


Hace unos meses fui a ver el recital de Lisandro Aristimuño en la Vieja Usina. Había ido solo, porque ninguno de mis amigos me había podido acompañar. Y en la entrada, vi de lejos a mi ex. Martin, con su nuevo novio. Durante el recital no pude evitar observarlos. Se sentaron un poco más atrás, y más hacia el otro costado, por lo que podía verlos sin quedar obvio. Se los veía muy bien y juntos. Hace mucho que lo están.



Hace un año o dos, Martín me había pedido otra oportunidad, aunque ya estaba con su novio, me dijo que todavía no podía sacarme de su cabeza. Que me extrañaba y quería volver. Por supuesto que le dije que no. Sentí que cuando terminamos teníamos razones muy valederas y que no iban a cambiar. Y aunque sabía que su sentimiento era verdadero, preferí no volver. Ahora pasaron dos años desde que tuve mi última relación y no puedo evitar preguntarme ¿Qué hubiera pasado si le daba otra oportunidad?¿cómo saber cuándo dar y cuando no, una segunda oportunidad?¿cómo saber si los sentimientos que tenes hoy con respecto a esa persona, no va a cambiar mañana? ¿y qué hay de una tercera o cuarta oportunidad, como saber cuándo parar?

Aníbal era un viejo contacto de msn con el cual había perdido contacto hace unos años. Ahora de la nada, volvimos a chatear y ninguno recuerda que fue lo que pasó que dejamos de hacerlo. Suponemos que fue algo natural. Lo que si recordamos es que nunca nos habíamos visto en vivo. Yo no estaba seguro, pero al conversar todo parecía estar bien y dije: ¿por qué no? Tuvimos una cita, un día de mucho frio. A pesar de eso, la pasamos bien y charlamos mucho. Caminamos por la ciudad, nos sentamos en la plaza España y nos reíamos de lo poco romántica que era esa plaza. En un momento había neblina, la cual aprovechamos para unos cálidos besos. No puedo negar que la pasamos bien. Pero había un problema. El es mucho mayor que yo, y no sería un problema, si no estuviéramos en etapas de la vida muy diferentes. Odio cuando eso pasa, porque es algo que no se puede cambiar, al menos que uno queme etapas o el otro retroceda, lo que no es justo para ninguno. Cuando me pidió volver a salir, iba a ir, para ver si podía hacer algo, pero preferí no mentirle a él, ni a mí mismo, era obvio que no iba a pasar nada, así que decidí sincerarme y no ir. No quería engancharme, ni que él se enganche en algo que no tenía futuro. Creo que es importante saber cuándo dar una oportunidad y también cuando dejar de darlas.


Con Cesar, todo había sido diferente. Después de meses de chatear y reírnos y compartir cosas, teníamos la oportunidad de conocernos y quizás pasarla bien. Pero por el miedo de él y el hecho de que lo inhibo, pospuso el encuentro, hasta que me cansé de esperar. Pensé que si no tenía apuro, quizás no le interesaba tanto. Hasta que hace poco, en la pista, me tomó de la mano y me pidió que me quedara con él un rato. Tenía que decirme algo. Muy nervioso y un poco alterado, me dijo que se había confundido conmigo. Yo pregunté en qué sentido, y él me dijo algo así como que no debería haberme dejado pasar. Entonces le dije que estaba ahí en ese momento y el volvió a decirme que lo inhibía y que no sabía cómo hacer, pero que le gustaba. Todo esto, sin soltarme la mano. El me miraba fijo y con ternura, pero la verdad es que no podía hacer nada. No puedo hacerlo madurar de repente y que se anime a estar conmigo, hablarme, conocerme. Entonces fui mas allá y le dije que lo apreciaba mucho, que el también me gustaba y que hasta lo había llegado a querer, pero que así no íbamos a ir a ningún lado. Le di un abrazo, el intentó besarme en la boca y yo simplemente me corrí. Y me fui. En este caso, yo le di varias oportunidades, pero es él el que no se dio la oportunidad conmigo. Muchas veces, obtener una oportunidad es una decisión personal.

Es muy loco, también, la manera en que actuamos con respecto a la gente nueva que conocemos y la gente de siempre. Por lo general nos cuesta darle oportunidad a la gente nueva, nos cuesta abrirnos y confiar. Tenemos miedo que nos hagan daño. En cambio, con la gente que ya conocemos, la de siempre, que muchas veces sabemos que de hecho nos van a hacer daño, no dudamos en darle otra oportunidad. Cuando en realidad debería ser al revés. De ahí a que el humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra.

A veces, damos miles de oportunidades, porque creemos que la gente puede cambiar, tenemos la esperanza de que lo hagan y de que todo cambie a partir de eso. Pero eso nos lleva a esa pregunta existencial: ¿puede alguien cambiar realmente?

En lo personal, creo que todos podemos cambiar, todos tenemos ese poder, solo que algunos lo usan y otros prefieren no hacerlo. Hay gente que de hecho cambia demasiado y todo el tiempo. Lo que tampoco está bueno. Así como también hay gente que aprende de sus errores y hay gente que no. También tiene que ver con cuan abiertos o no estemos a aceptar los errores y mejorar a partir de ellos. En definitiva, entrar en crisis. Para los chinos, el ideograma de la palabra crisis tiene dos partes: la de oportunidad y la de riesgo. En cuanto a la oportunidad, Echkhart Tolle lo expresó claramente: “La oportunidad que está oculta en cada crisis no se manifiesta hasta que todos los hechos de una situación dada se reconocen y aceptan completamente. Mientras usted lo niegue, mientras trate de escapar de ellos o no desee que las cosas sean diferentes, la puerta de la oportunidad no se abrirá y usted permanecerá atrapado en esa situación que continuará siendo la misma o se deteriorará más".



Y en cuanto al riesgo. Quizás sea hora de empezar a correrlos, porque si no existe el riesgo, tampoco la oportunidad. Al no dar una oportunidad, quizás perdamos a esa persona, pero quizás no era para nosotros, quizás nos arrepintamos más adelante, pero también quizás haya sido la decisión correcta. Quizás al perderlo se abrió una nueva y mejorada oportunidad que estas por vivir. Por eso, abrazá cada crisis y arriésgate a vivirlas al máximo. Hay mucha vida por vivir y poco tiempo por usar. Está en vos la oportunidad, tu tiempo es hoy…mi tiempo es hoy.

Pablo Martín Acuña
pabl3te@hotmail.com

¿Sos de dar más de una oportunidad a una persona?