domingo, 22 de junio de 2014

Aullido


Abril del 2014, Buenos Aires, Argentina. Un trueno, como una cachetada me despierta a la realidad en esa cama transpirada de sexo contenido. La cabeza me palpita resaca de besos, dolor muscular. Desnudo mi cuerpo en bóxer negro y los pies y las manos heladas, enredadas dándose calor. La almohada babeada encantada de pasión y el morbo de la infidelidad. Amigo de un amigo, su nombre, Germán, cineasta de Salta, dulce y acariciable. Su cuerpo completamente desnudo, huesudo, pálido marcado por mis manos descansando plácidamente en ese departamento de Recoleta. El cielo se bañó y ahora está color rosa chupado.

Comenzó con una mirada entre seudo-hipsters del BAFICI y calentura de humedad contenida en esos cines alfombrados. Su sonrisa picarona brillaba esa tarde gris de incesante lluvia de abril en la ciudad de la furia. Nos miramos nuevamente para reafirmar el flechazo. Me hago el que observo la vidriera de la librería que está cerca de ahí. En medio de esa actuación, una edición del libro "Aullido" de Allen Ginsberg me sonríe. A su lado, como debe ser, uno de su amigo Jack Kerouac, "Viajero Solitario", ambos me dan su bendición beat. Nada es casualidad, todo es una señal. El tipito se acerca firme con gran confianza como un niño que quiere jugar. Una tonada graciosa me roba una sonrisa y ya me tiene en el bolsillo. Atrapados por la lluvia me invita a tomar un café ahí mismo y no puedo negarme, no me dejan. Conversamos sobre cine independiente, observo sus ojos mirándome fijo a los labios, como si los quisiera lamer. Me incomoda con su obscena obviedad y le pregunto de su novio. Porque ya conozco esa mirada. El vuelve al piso firme y se sorprende por mi premonición. Por cierto era acertada, porque ya sé como es, solo un infiel tiene ganas a las 4.30 pm. Me cuenta que tienen una relación abierta. La modernidad y sus débiles compañeros. ¿Trio is the new black? Su novio de 5 años tiene mucho trabajo y está estresado, por lo que no están teniendo sexo hace un tiempo y llegaron a ese acuerdo. Solo tienen una regla, ninguno tiene que enterarse de lo que hace, ni cuando lo hace. Bien. Me cuenta que desde el acuerdo no ha podido hacerlo con nadie. Le digo que quizás no esté tan de acuerdo. "Puede ser" me dice. Y que quizás tenga que ver con que viene de una familia ultra-religiosa. Siente que ahora cuando muera va directo al subsuelo del infierno. Se pone serio unos segundos y comienza a reírse solo. Me cuenta que la última vez trató, no se le paró y se fue a escondidas del lugar porque le dio vergüenza. Me rio. Nos reímos. El café se enfría, nosotros nos calentamos. Nuestras piernas se rozan, sin querer o a propósito, o con querer. Miramos hacia todos lados. Yo no cojo hace bastante confieso, es una larga historia, confieso, es complicado confieso. Me pregunta si soy complicado. "Puede ser"quizás solo me cuesta olvidarme de las personas, aunque nunca hayan sido mías. Lo entiende de inmediato. La lluvia se detiene, es ahora o nunca. ¿Los silencios del fin o una pausa para seguir?. "Me dan ganas de besarte" me dice. "A mí de abrazarte". Justo lo que necesitábamos. Otro silencio pasa caminando entre nosotros. Hasta que por fin lo dice: "Vivo acá a 3 cuadras". "Que suerte, no te vas a mojar". "Ya estamos mojados", "Atrevido". "¿Vamos?". En mi mente: Que sí, que no, la luna, que no, Jack Kerouac aulla un si, que no, Allen Ginsberg aulla un si, que no. "Está bien, vamos".



Al otro día, volví directo a comprar el libro "Aullido" de Allen Ginsberg, lo terminé bastante rápido. Una de las primeras veces que comencé a escribir y a disfrutar de escribir fue a los 11 o 12 años. Escribía poemas de amor sobre el chico que me gustaba. Eran poemas que no tenían género, por las dudas alguna vez mis padres lo encontraban y lo leyeran. Eran como extremadamente cursis y ahora seguramente si los leyera serían aún más, pero aún así, eran auténticos. Desde entonces no he dejado de escribir sobre el amor, tratando de equilibrar lo cursi con lo auténtico y encontrando mi propia voz. Para Ginsberg hay que hablarle a tu musa como le hablas a tus amigos, sin restricciones, sin inhibiciones, es ahí donde sale tu verdadera voz. Entonces me puse a escribir esto:

ESTOY CONTIGO EN LA CAMA

Estoy contigo en la cama, donde nos recostamos a por el jugo genital.

Estoy contigo en la cama, donde miramos el techo como si fuera un abismo estrellado. Aunque afuera las sirenas apocalípticas persiguen algún motochorro.

Estoy contigo en la cama, donde la magia de tus besos transpiran entre el olor de tus sábanas mal lavadas.

Estoy contigo en la cama, donde nos miramos como buscando lo que queremos proyectar.

Estoy contigo en la cama, donde la humedad de Buenos Aires se nos pega al cuerpo como perfume de lluvia, en la ropa, en la carne, en los bultos.

Estoy contigo en la cama, donde nos besamos sin pensar en las consecuencias de los castigos.

Estoy contigo en la cama, donde lo único que nos ilumina es el reflejo de la luna en esa cruz brillando en tu cuello, regalo de alguna de tus atormentadas tías que estarán rezando en alguna iglesia, allá en Salta, pidiendo por nuestras almas.

Estoy contigo en la cama ¡Oh Jesús! Qué bien se siente recorrerte con la lengua del pecado inmaculado. Abramos los condones con tachas, coleccionemos escurridizas puntitas de envoltorios de colores.

Estoy contigo en la cama donde tomas mi mano y la guías entre el laberinto de tus piernas hasta la cueva de tus bóxers apretados. Despejo tus nalgas como el sol a las nubes.

Estoy contigo en la cama, nuestras espadas succionadas se afilan erectas en posición de guerra y hacen chispas, aullando libertad ¡Oíd mortales el grito sagrado!

Estoy contigo en la cama, como animal desesperado, salvaje, mordiéndote la clavícula, capital del morbo crepuscular.

Estoy contigo en la cama donde damos vueltas en sentido a las agujas de ese reloj sin parar lamiéndonos las costillas saborizadas.

Estoy contigo en la cama, ahogándonos en nuestras axilas con placer extraterrestre, mientras sujeto tus manos bien fuerte, como mi madre me sujetaba al cruzar la calle.

Estoy contigo en la cama, y el recuerdo de nuestros amores pasados son fantasmas caminando esas 3 cuadras hasta el cementerio de Recoleta.

Estoy contigo en la cama, donde excitadas tetillas se inflan y desinflan como la palabra testosterona.

Estoy contigo en la cama, donde ahora somos un abrazo exquisito sabor a café con leche.

Estoy contigo en la cama, donde acaricio tus alas lo más que puedo, como leyéndote en braille, para memorizarte por completo para cuando no estemos juntos y tenga que escribir sobre vos en invierno.

Estoy contigo en la cama, donde cada beso es el último, infinito y para siempre como los anillos de Saturno.

Estoy contigo en la cama, donde escuchas mi pulmón asmático desde mi pecho lleno de tus marcas físicas y marcas emocionales de otros, esa madrugada con la lluvia masturbándose en tu micro-balcón, acabando, en éxtasis porno sobre esa puertaventana empañada.

Estoy contigo en la cama, lágrimas de sol estiran sus manos, como mendigos somos felices con un par de monedas obsoletas.

Estoy contigo en la cama, llegando a la última estación de subte. En Paraíso hemos acabado.


Despertamos pensativos, contemplando el silencio de edificio lleno de jubilados. Acariciándonos por debajo de las sábanas. Nuestros ojos mirando el techo blanco abismal se preguntaban entre ellos: ¿Estaba bien lo que hicimos? Se preguntaban: ¿estaba mal lo que hicimos? ¿Es menos pecado si es consensuado? ¿Es más pecado si es a escondidas?¿Es más humano el pecado?¿Acaso es más humano el amor finito al infinito?¿Existe realmente el sexo que no esté contaminado con un poco de amor?¿Somos ángeles?¿somos demonios?¿somos pecadores?¿Somos santos?

Entonces recordé lo que decía Allen en su "Nota de pié para Aullido": nadie es más ni menos que nadie en nada. Si es humano, si tiene alma, si tiene amor, si tiene nariz, piel, fé, es Santo. Todo es santo y todos somos santos…y punto.


Pablo M. Acuña

pabl3te 
 @pabl3te
 pabl3te@hotmail.com
 youtube.com/pabl3te


Pregunta del foro:  ¿Te sentirías cómodo en una relación abierta o de a tres?

10 comentarios:

lukas dijo...

UN TRIO?!?? NO PUEDO CON UNO MIRÁ SI VOY A PODER CON DOS!!! MUCHO LÍO CHICOS

Alejandro dijo...

Me encantó Pablo. El poema es lo más. Amo a Ginsberg pero sobre todo a James Franco ;) En cuanto a la pregunta, no creo que podría estar en una relación abierta, soy demasiado celoso.

LEO dijo...

ES COMO QUE TODAVÍA HAY MUCHO PREJUICIO PARA TENER UNA RELACIÓN ABIERTA Y MUCHO DIVISMO Y EGO TAMBIÉN. SI SUPERARAMOS ESO, QUIZAS AHI PODRIAMOS EMPEZAR A HABLAR DE TENER ALGO SERIO DE A TRES. BUENA NOTA Y POEMA, SALUDOS.

Joaco dijo...

Uuuh con este frio me diste ganas de estar así!

IGNA dijo...

lo de la relación abierta siempre me pareció un chamuyo para no aceptar que somos infieles por naturaleza, YA FUE

Ari dijo...

Yo intenté lo de la relación de a tres, funcionó un tiempo pero después se fue todo al carajo

leandro dijo...

chapeau amigo! todos somos santos y pu(n)to!

Ricardo dijo...

Excelente Pablo, me leí varias columnas de un tirón! Saludos

Cristian dijo...

No se si alguien puede llegar a tener una relación de tres o un trío sin tener un poco de celos.

Pabl3Te dijo...

Respuesta del Autor:

lukas: Jaja lo veo dificil, es verdad! Saludos

Alejandro: Gracias Ale, es complicado lo de los celos, yo siempre siento que estaría con miedo a que elija al otro y se quede con él. Saludos, gracias por siempre comentar (si es que sos el mismo, supongo que si)

LEO: Gracias Leo, el ego juega un gran papel, es cierto, hay que tener la mente muy abierta para una relación así. Saludos.

Joaco: Jaja, si, me gustaria estar así siempre! Saludos.

IGNA: Mmm, no se si TODOS somos infieles por naturaleza, hay gente que lo ve más desde el lado de la honestidad, pero quien sabe.

Ari: Ese es un punto, eventualmente creo que se termina, creo, aunque bueno, también las relaciones de dos se terminan ja.

leandro: Jaja gracias Lean.

Ricardo: Gracias Ricardo, que bueno que las hayas leido de un tirón. Saludos.

Cristian: Siempre un poquito de celos va a haber, la idea de esas relaciones es que el cariño o el amor traspase eso, creo. Saludos Cristian.