Para alejarme un poco de todo el debacle del Sr. R (ahora Sr. RIP) y como festejo de mi cumpleaños, decidí viajar y comenzar mi año nuevo en un nuevo lugar. Entonces tomé a mis mejores amigos: Tomás, Damián y Santiago, y nos fuimos a Rosario.
Cuando llegué hace diez años a Córdoba, todavía no existían ni el Facebook, casi nadie tenia celulares y se podría decir que para conocer gays tenias que realmente remarla. En esa época no tenía ningún amigo gay, estaba en una ciudad que prácticamente no conocía y como si fuera poco era extremadamente tímido. Entonces qué mejor que entrar a los chats telefónicos, muy de moda en esa época. Era entretenido tener con quien hablar anónimamente sin preocuparme mucho por lo que pensaban de mí, si algo malo o vergonzoso pasaba, podías cortar el teléfono y listo. Desde entonces siempre me llevé bien con los rosarinos. Digamos que al chat entraban desde todo el país, pero con los rosarinos siempre tenía mucha más química. No sé por qué. Bah, si lo sé. Eran mucho más desprejuiciados que en el resto de las provincias. Eran y de hecho siento que todavía lo son, no por nada el primer casamiento gay fue en esa provincia. En los chats teléfonicos ni siquiera importaba si eran heterosexuales o gays, siempre estaban dispuestos a hablar de lo que sea. El mejor sexo telefónico que tuve, siempre fue con rosarinos. De hecho hasta en un momento tuve una relación a distancia un chico. El era seguridad en un edificio de oficinas. Hablábamos todos los días y nos hacíamos compañía, estaba bueno tener alguien con quien conversar de las cosas que me pasaban en esa época, que claro, no se las podía contar a nadie. Todas las noches esperaba con ansias su llamado y hasta compartíamos cenas por el altavoz. Nos contábamos todo, teníamos sexo telefónico y después nos quedábamos charlando hasta altas horas de la madrugada. Nuestros sentimientos fueron creciendo y hasta me ofreció viajar a visitarlo pero no pude. Me dio miedo de que todo saliera mal y no tenia como dar explicaciones a mis padres, amigos, etc. La relación se desgastó y finalmente terminamos. Pero siempre me quedó esa sensación de que tenía que viajar alguna vez y lo fui posponiendo hasta ahora.
Con mis amigos llegamos a Rosario con todas las expectativas de un fin de semana largo espectacular. La ciudad nos recibió con un día espectacular y con hombres igual de espectaculares. Como olvidar ese profesor de educación física que ejercitaba a sus alumnos en la costanera. Claro que había un pequeño detalle. Mis tres amigos estaban en tres diferentes situaciones sentimentales. Uno al principio de una relación, otro en el medio de una relación y otro en una avanzada relación. Yo, claro, solterísimo. De todas formas eso no iba a intervenir en nuestros planes de pasarla bien.
Aunque durante el viaje, tengo que admitir, que había momentos en que todos le escribían a sus chicos y yo extrañaba eso. Alguien a quien contarle como la estabas pasando, ya que mis mejores amigos estaban ahí. Son esos momentos que extrañas a esa persona que está pensando en vos y pendiente aunque sea un momento del día, recibir ese mensaje para saber si estás bien. Es muy lindo eso y hasta este viaje no había sentido esa falta.
En un momento, en un almuerzo, mi amigo Damián nos preguntó: ¿Para crecer hay que sufrir?. No me acuerdo como surgió la pregunta ni porque. Pero es algo que me quedé pensando desde entonces. No recuerdo que contesté en ese momento, pero creo que de alguna forma, el sufrimiento, en cualquiera de sus formas, la mayoría de las veces, te hace crecer más rápido. Si hay algo que aprendí de todo este tiempo que estuve solo y sufrir por eso, es que quizás no fue en vano, aprendí muchas cosas este año de mí, que no tenía claras antes.
Estuve mucho tiempo pensando y desgastando parte de mí en el Sr RIP, para finalmente darme cuenta que no era quien yo creía que era. Y darme cuenta de eso fue duro, pero también fue lo mejor podría haber pasado. Ahora sé que no siempre las cosas son como uno cree y que a veces, el enamoramiento ciego, no sirve de nada. Mi historia con mi ex, Tián, también me dejó varias cosas claras con respecto a lo que yo espero de una relación. Cosas que yo pensaba que quería para una relación resultaron no aplicarse en la práctica. Creo que crecí mucho en ese sentido, en apreciar lo que tengo, apreciar las amistades y relajarme un poco más con respecto al amor. Porque cuando lo tuve, en realidad extrañaba mucho estar con mis amigos. Algo que no había pasado antes. Y si bien podría parecer que es que me acostumbré a la soltería, creo que en realidad tiene que ver con que aprendí a disfrutarla. Disfrutar de salir con tus amigos más allá de estar o no de novio, no salir con el único objetivo de ‘estar con alguien’ y simplemente pasarla bien, bailar, compartir con tus amigos. No digo que no sea lindo conocer a alguien nuevo, besarse y tener sexo, sino digo que todo tiene su encanto. Cuando estás de novio uno tiende a pasar menos tiempo con sus amigos y a salir menos y eso quizás me hubiera evitado este año de conocer a mucha gente nueva que hoy son mis amigos.
Eso es algo que también descubrimos en este viaje a Rosario. Si bien era lindo salir y estar rodeado de gente nueva, yo personalmente extrañaba a mi gente. Ver algún conocido y conversar un rato, escuchar y bailar la música que nos gusta. Las salidas a bailar en Rosario la verdad no llenaron nuestras expectativas y creo que en gran parte fue por eso, porque no lo sentíamos nuestro lugar. ¿Quiere decir esto que finalmente habré encontrado mi lugar?¿Será Córdoba donde finalmente me siento como en casa?
Durante 10 años me hice esa pregunta. Siempre estuvo la posibilidad de ir a Buenos Aires y seguir ahí. Pero no creo que hubiera sido lo correcto. Quizás ahí hubiera conocido a alguien y me hubiera puesto de novio o hubiese tenido más opciones en todos los aspectos de mi vida. Pero la verdad es que me hubiera perdido de muchas cosas lindas que me pasaron en esta ciudad.
Quizás en otra ciudad no hubiese seguido escribiendo estas columnas que me hacen tan feliz. Es muy loco como un viaje puede llevarte a pensar estas cosas y ver todo desde otra perspectiva. Es como cuando mis amigos me usan de consejero para sus relaciones, siendo que yo soy el solterón del grupo. A veces un punto de vista diferente puede hacer la diferencia. Es por eso que, a mi entender, esta bueno nunca dejar de lado los amigos. Siempre digo que las parejas que se encierran en sí mismas, muchas veces no crecen porque no tienen esa otra perspectiva, que siempre para bien o para mal, nos hace falta.
En Rosario, si bien no pasaron cosas trascendentales, nos reímos y divertimos mucho entre nosotros, compartiendo, paseando, conociendo la ciudad, haciendo shopping, viendo gente nueva. Léase también como 'baboseandonos por los hombres rosarinos'. En un momento hasta planeamos entrar a una Universidad haciendo el acting de que estábamos averiguando sobre las carreras, solo para ver chicos, jajaja. Es gracioso, porque en esta ciudad también hay chicos hermosos, pero por lo general no le prestamos atención, solo porque los tenemos cerca. Nuestra estadía en un apart hotel, sirvió para compartir cosas cotidianas y hacer cosas que generalmente no hacemos cuando estamos cerca, al menos no tan seguido. De alguna forma el viaje sirvió para unirnos y darnos cuenta que quizás los que buscábamos fuera, siempre lo tuvimos y mucho más cerca de lo que creíamos. Lo que más recuerdo del viaje fueron esos momentos que estuvimos juntos. Es por eso que una de las últimas noches, brindamos por eso, por nuestra amistad. Porque Rosario siempre estuvo cerca, pero nuestra amistad siempre estuvo más cerca.
Eso me hizo pensar que quizás en el amor me pase lo mismo. Quizás siempre tuve al amor de mi vida frente a mis narices y nunca presté atención o no me di cuenta ¿Qué pasa si lo que estuve buscando toda mi vida estaba mucho más cerca de lo que pensaba?
Es por eso que en el viaje de vuelta, mientras mis amigos se mensajeaban con sus chicos, yo le mensajeaba a mis amigos que habían quedado en Córdoba para saber de lo que había pasado en nuestra ausencia. En especial de lo que había pasado con un chico que me había estado interesando últimamente, al que le decimos Mar Del Plata. Antes del viaje, o mejor dicho, justo ese fin de semana que viajaba, me había invitado a tomar algo. Obvio que esas invitaciones solo suceden justo cuando me estoy yendo de la ciudad. Es por eso que en el viaje de vuelta le pregunté a mis amigos que habían salido si lo habían visto. Es cuando me contaron que lo vieron muy cerca de un chico con quien después se fue a su casa en un mismo taxi. Ya todos sabemos que significa eso. Lo que no sabía es que justo al fin de semana siguiente iba a estar muy cerca de él, de Mar del Plata. Que nuestros labios iban a estar a tres centímetros y que en un momento, abrazados junto a una pared me iba a confesar al oído algo que no esperaba escuchar…
Continuará…
pabl3te@hotmail.com
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Pabl3te
Pregunta para el foro: ¿Encontraste el amor en esta ciudad o tuviste que viajar para encontrarlo?
14 comentarios:
Concuerdo con lo de los Rosarinos. El mejor sexo lejos. Yo encontre el amor en Cordoba, pero me diverti mucho en Rosario ;) Quiero saber cuando sale la otra parte?
Me encantooo, quiero saber como terminaaaa!!! Yo digo que hay que aprender a valorar lo que uno tiene en su propia ciudad. Esos romances en otras ciudades nunca funcionan o te hace sufrir peor. Saludos!
Si no te gustan los cordobes andate a vivir a otro lado, quizas deberias fijarte en tus actitudes. Pero volviendo al tema de la nota, yo he viajado a veces para conocer a mi ex, como un año virtual y por telefono e emails, para luego conocernos personalmente. He pasado como 8 años con el , yo viaje a su ciudad, pero el amor llega cuando llega
Mmmmm, los rosarinos son hermosos y recalientes y como vos decis son menos prejuiciosos. Yo no entiendo porque el cordobés es histerico
Tocayo, creo que ir a tal lado o dejar d lado tu ciudad no ayuda mucho, pienso que stamos ligados con nuestro "otro" para encontrarnos en el lugar y el momento adecuado. Saludos Pablo
Buenisima columna y se esta poniendo hot! era hora que contaras esos detalles bien cachondos
Te amo Pablo, dame bola!
Viste Pablo, volviste a cba y finalmente vas a conseguir tu amor o ya lo conseguiste quisas. jajaja
el amor aparece en el lugar que menos lo penses, creo que tu busqueda acabara cuando dejes de hacerlo
No hay que ir a conocer aufera gente, los cordobeses son hermosos, por eso los amo
No nos podes dejar asiii Pablooo quiero la otra parte YAAA!!!! Me gustó la nota y es verdad lo que decis sobre las parejas que se enciarran. A mi me pasó y es como que no te das cuenta. Yo y mi novio nos conocimos en Buenos Aires, pero los dos viviamos acá, raro porque no nos habiamos cruzado nunca. Saludos!
Todo bien con los rosarinos, pero aca en cordoba hay tipos muy lindos y vienen de todo el pais. Me senti identificado con la nota xq yo siempre soy el solteron del grupo. Quiero saber como termina
Amo las columnas de Pablo!
Wow quiero el final! Me encantó, yo también amo a los rosarinos! Bien por la nota Pablo!
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