A veces pensamos que estas historias no pueden suceder en la vida real o que son cosas que solo pasan en la secundaria, yo las he visto suceder en todas las edades y puedo asegurarles que hay veces que son mucho más fantásticas, mas cursis y más increíbles que en las novelas de la tele. En el fondo, aunque no todos lo quieran aceptar, queremos formar parte de una novela y hasta ser protagonistas. Esta semana en medio de una charla con amigos surgió la pregunta: ¿Cómo empieza una historia de amor? Y pensé en todo lo que debería tener ¿o que diferencia a una historia de amor, de una de una noche?¿cuando y como, una situación se convierte en la novela de tu vida?
Después de recolectar un poco de información por aquí y por allá, llegué a reunir un par de ingredientes básicos que no pueden faltar en una historia de amor.
En las novelas (las de Cris Morena o Pol-ka, por ejemplo) siempre los personajes tienen que chocar o colapsar. En un auto, en una bici o en lo que sea que puedan impactar dos vidas totalmente diferentes, de diferentes clases sociales o de diferentes culturas. Pero en la vida real, nunca nos enamoraríamos de alguien que nos choque el auto. En la vida real necesitamos mucho menos drama. Solo necesitamos, lo que yo llamo: EL MOMENTUM. Ese instante en que ves a alguien nuevo y todo se detiene cuando ambos se prestan atención. Pueden ser microsegundos o puede ser una larga escena en la que todo es en cámara lenta. El Momentum se siente, es inexplicable, sucede cuando menos lo esperas. Quizás ese día te presentaron a un amigo de un amigo, o estabas aburrido y lo viste llegar, o hubo de repente algo que te llamo la atención cuando lo viste bailar con sus amigos en la pista. Quizás lo viste pasar por el pasillo de tu facultad o distraído por la calle, de repente se miraron. Claro que, para que sea un verdadero MOMENTUM, tiene que suceder de los dos lados, nada más poderoso que ese momento y se siente en todo el cuerpo. Lo he vivido.
La última vez que me sucedió, fue durante un desayuno después del boliche. Había ido obligado por mi amigo Damián que no se quería quedar solo con el chico que le gustaba y sus amigos. Entre esos amigos y entre ese desayuno estaba él. Se llamaba igual que yo pero estaba de novio, a diferencia de mí. Estábamos sentados uno al lado del otro y mientras los otros conversaban sobre que se conocían de la niñez, Pablo y yo conversábamos. Es ahí cuando comencé a sentir su mirada y me puse nervioso y el también. Y de repente trajeron los desayunos y la mermelada, y ahí sucedió, en el medio de todo el movimiento, me dijo:"Permiso, puedo usar tu cuchillo para untar". Yo no podía creer que me estaba pidiendo permiso para eso y nos miramos y nos sonreímos y le pasé el cuchillo. Todo el mundo había desaparecido, éramos solo nosotros dos, por ese microsegundo en el que le pasé el cuchillo. Así comenzó una historia de amor. Una que nunca se concretó, pero durante mucho tiempo, cada vez que nos encontrábamos por ahí, no podíamos dejar de mirarnos de esa forma.
Mi segundo novio, era un empleado doméstico y nunca pensé que la diferencia social, fuera a ser un problema. Pero lo fue, él siempre pensó que yo me merecía algo mejor y que lo iba a dejar por alguien que me ofreciera más de lo que él podía ofrecerme. Esos celos, terminaron por separarnos. Sin embargo el fue el primer hombre que me dijo: te amo y fue al primer hombre al que se lo dije.
Alguien muy importante en las historias de amor es EL HADA MADRINA. Que en las novelas por lo general es ese personaje secundario, simpático que es el confidente del principal. Siempre está bueno tener alguien que apoye la relación, que te dé un punto de vista diferente al tuyo y que te conozca a fondo para que, si es necesario, retarte o resaltarte las cosas que podrías cambiar para que todo funcione y no cometas los mismos errores de siempre. Una especie de convertir calabazas en carrosas.
Yo sé mucho de Hadas Madrinas, porque por lo general siempre ocupo ese lugar: Always the fairy, never the groom (siempre el Hada, nunca el esposo).
Otro elemento esencial de toda historia de amor es LA PAUSA ANTES DEL EPICO REENCUENTRO. Esto diría que es lo que justamente separa a las historias de amor, de las historias de una noche. Porque para que sea una gran historia, tiene que tener muchas etapas y toda buena historia de amor, tiene esa parte de después pasamos un tiempo sin vernos, un clásico. Los personajes principales, se alejan por un tiempo, están con otras personas, sufren, lloran, reflexionan, crecen, pero nunca logran olvidarse el uno del otro. En las novelas, aparece el cartel de años más tarde y todo cambia. Y por esas cosas de la vida, llámese destino o "el mundo es un pañuelo doblado en cuatro y de los chiquitos", los personajes se reencuentran en una situación épica y entienden que siempre deberían haber estado juntos. Si la pausa no es suficientemente larga, entonces quizás nunca se convierta en una historia de amor, quizás solo sea un simple capricho. Así mismo si no existe el reencuentro, entonces puede ser el final. No tenía que suceder, era simplemente algo pasajero.
En la novela El Clon, los persoanjes principales, viven en diferentes países y se ven después de muchos meses, a veces años, Pero cada reencuentro era épico y el raiting explotaba. En ese estado estoy con el Sr. R. Desde año nuevo que no se nada de él, no tengo ningún tipo de contacto. Estoy evitando encontrarlo, para tratar de olvidarlo. Pero sé que si nos volvemos a encontrar podría ser épico y todos los sentimientos podrían volver a resurgir. Lo que me da un poco de miedo, porque no se si es lo que quiero.

Y finalmente, o casi finalmente, viene el último elemento: LA SENSACIÓN DE FINAL FELIZ.Que no es en realidad el fin de la historia, de alguna forma es el comienzo. Esa sensación de que finalmente lograste al fin el objetivo de estar con quien querías estar. Si después de esto suceden cosas malas o desagradables, siempre vas a tener el recuerdo de haber triunfado al menos en este momento. Sensación clave que va a servir mucho, si alguna vez esta historia de amor falla y queres comenzar otra.
Muchas historias de amor, comienzan por la web, soy consciente de eso, pero nunca van a ser tan emocionantes como las que suceden en vivo y cara a cara. En realidad, si lo pensamos bien, esas historias de amor, no comienzan hasta que se conocen personalmente, entonces la verdad, es agregar una etapa más, a veces, innecesaria. Y en cuanto a la edad, siento que tiene muy poco que ver. Nosotros crecemos, pero los sentimientos siguen teniendo la misma edad. Quizás se gasten un poco, quizás se vean un poco opacados por malas experiencias, pero las sensaciones de estar viviendo una historia de amor, van a ser siempre muy rejuvenecedoras.
Aunque haya personas que les parezcan muy cursis las novelas, son nuestra debilidad, suceden todo el tiempo y siempre terminas siendo parte de una. Hay que tratar siempre de ser el protagonista y en lo posible, el galán!
"Mi amor, mi corazón está todo golpeado y roto en soledad, cuando estamos separados…Sé que debería ser fuerte pero pierdo el control, luchando conmigo mismo, tratando de esconder lo que no sabes. Pero me pongo débil, termino dándote todo, se que no es sabio confesar tanto, pero todas las reglas se rompen cuando miro tus ojos" – Westlife (con imágenes de la película Weekend)
Pablo M. Acuña
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